El último sábado de mayo, como viene siendo habitual desde que se instituyó se celebraron los actos que daban solemnidad a la finalización de las celebraciones del mes de mayo dedicado a la Virgen
Estos actos se centran en el Santo Rosario Solemne, la Exaltación y el Besamanos a la Virgen.
En esta ocasión la persona encargada de cantar las glorias de María fue nuestro hermano Don Antonio Ramón Jiménez Montes, presentado por Don Mateo Olaya Marin.
Antonio Ramón, un pregonero experimentado que cuanta en su haber pregones tan importantes como el de la Semana Santa de Cabra o el de las Fiestas de María Santísima de la Sierra, supo dirigir a los presentes un pregón lleno de mensaje, donde la figura central, la Virgen María se nos expuso a todos de la más bella manera a la vez que con con gran sencillez.
El pregonero tuvo el gran acierto y gran mérito de buscar los medios para que la finalización del mismo fuera uno de los momentos más sublimes vividos en el Santuario de María Santísima de los Remedios en los últimos años, muchos años, el pregón concluyó con la interpretación de las Coplas a Nuestra Señora de los Remedios, una composición realizada por el maestro de Capilla, Don José María Blanco en el siglo XIX y que nadie de los presentes habíamos oido con anterioridad, dado que la partitura de las coplas había estado perdida durante todo el siglo XX y solo la suerte hizo que aparecieran cuando se iba a derribar la casa donde los enseres de la Virgen se habían guardado desde los tiempos de Don José María Carrera Alguacil o su sucesor Don Antonio González Carrera. finales del siglo XIX y principios del XX.
La interpretación corrió a cargo de las Hermanas Montoro estando al órgano D. Manuel Sabariego.
Para la ocasión la Virgen lucía el manto antiguo de seda brocada en verde e hilos de colores y plata, manto que gracias a la labor de Doña Carmen Parejo ha sido recientemente restaurado colocándole entretelas y forro nuevo y fijando la débil pieza de tela a un soporte que permita su perdurabilidad a través del tiempo.
El filial homenaje de los presentes en el besamanos a la Virgen puso el broche final a una noche plena de sensaciones únicas únicas e irrepetibles.
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