La tarde del día 2 de febrero en torno a la Virgen de los Remedios y su Divino Hijo celebramos la Eucaristía conmemorativa de la Purificación de Nuestra Señora y Presentación del Niño Jesús en el Templo, la popular Candelaria.
Antes del comienzo de la misa y en la Plaza de Santa María la Mayor tuvo lugar la bendición de las candelas y la procesión con el Niño Jesús hacia el interior de la Iglesia, Templo en el cual se rememoraba su presentación a los cuarenta días de su nacimiento.
La frialdad de la tarde se veía amortiguada con el calor humano de una iglesia repleta de fieles, donde los hermanos de la cofradía y devotos en general dimos continuidad a esta secular tradición.
La Virgen de los Remedios estaba en su camarín con manto verde de seda brocada en oro, mientras el Divino Infante estaba en un pequeño altarito rodeado de flores y velas y vestido con traje de cristianar, sentado en un pequeño silloncito.
... y como ofrenda un par de pichones... Candelaria de 2005 |
Al final de la eucaristía se dio a besar el Niño Jesús a los asistentes.
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