BLOG NO OFICIAL DE LA ARCHICOFRADÍA

PAZ Y BIEN

Paz y bien a todos los que os acerqueis a este blog.
El objetivo del mismo no es otro que, aprovechando las posibilidades que ofrece la red, difundir notas de historia, fotografías y actividades recientes de esta Corporación Penitencial de la ciudad de Cabra, decana de su Semana Santa y cuna donde surgieron muchas de las Hermandades y Cofradías que hoy dan esplendor a la misma.
Como autor de este BLOG me gustaría pensar que cuando lleguéis aunque sea por casualidad la curiosidad os lleve a recorrer lo que aquí se vaya insertando que os ilusione y que volvais de vez encuando y que pasado el tiempo desde cualquier punto del orbe haya quien pueda conocer que en Cabra se venera a la Madre de Dios bajo la advocación de Santa María de los Remedios, cuya imagen gloriosa, luz y guía de los cofrades de la Vera Cruz de Cabra en cuaresma y semana santa se torna dolorosa, que además tenemos una sagrada imagen de Cristo, llamado de la Sangre y que representa a nuestro Señor tras ser lacerado por Longinos, manando de su costado sangre y agua en aquel primer Viernes Santo.



2/23/2013

EN MEMORIA DE CARLOS MARTÍNEZ BOTELLA



El pasado 18 de febrero, falleció el que durante más de catorce años fuera nuestro Hermano Mayor don Carlos Martínez Botella, duele que a las personas se le reconozcan sus méritos cuando ya no están entre nosotros pero suele pasar con frecuencia que hasta que alguien desaparece no nos damos cuenta plenamente de lo importante que fue en nuestra vida.
Tal vez haya tenido que pasar esto para que se detenga mi ajetreo cotidiano  y me pare a reflexionar sobre la importancia de lo realizado en aquella época y sus repercusiones y la importancia de su persona como responsable de unos años de hermandad que fueron ilusionantes y que supusieron un antes y un después de la Cofradía de Nuestra Señora de los Remedios.
La Virgen con el manto antes de la restauración, azucena en sus manos y sudario de tul,  
Nacido en la localidad alicantina de Monovar, donde la patrona es la Virgen de los Remedios, como él siempre decía, la vida lo llevó primero a Madrid donde conoció a la que fuera su esposa, la egabrense Pepita Mellado Marín y después a Cabra, donde se involucró con las tradiciones semanansanteras motivado por del gran cariño que Pepita tenía por las mismas, además de en otros ámbitos locales como el Club Deportivo Egabrense, del cual fue muchos años secretario, se hizo egabrense, se sintió como tal y Dios proveyó para él un puesto para dar gloria en la Tierra a su Madre la Virgen de los Remedios.
En 1980 las leyes de nuestro país estaban cambiando y el Instituto de Formación Profesional Felipe Solís Villechenous que regentada en la persona de su Director a la Cofradía de Nuestra Señora de los Remedios tuvo que ceder el cargo a otra persona para desligar ambas instituciones.
El 7 de marzo de 1980, en una reunión de la Cofradía presidida  por el Director del Instituto Don Eduardo Rueda Nogueras, Don Carlos Martínez Botella ante su propia sorpresa fue nombrado nuevo Hermano Mayor de la Cofradía, todavía vinculada con el centro educativo.
Ante su desconcierto la primera que lo apoyó, se alegró y seguramente daría gracias a Dios por lo sucedido fue Pepita, su esposa.
Fotografía iluminada de la Virgen de los Remedios en los años cincuenta, presenada  en una exposición de  Gómez  durante el mandato de Carlos Martínez y que éste adquirió para su familia, regalándolo años después a la Archicofradía.
 En años sucesivos se fueron presentando retos y a la vez se fueron viendo cumplidos objetivos, como en cualquier institución, pero fueron retos muy importantes como la desvinculación progresiva con el Centro de Formación Profesional, que de forma oficial poco a poco fue dejando de lado la labor cofrade y eliminando las colaboraciones personales y económicas que se hacían hasta llegar a la total desvinculación con la perdida de privilegios como la cochera para guardar el trono y demás enseres.
Una impertinente lluvia en la noche del miércoles santo de 1983 dio la puntilla al manto de la Virgen, una excepcional obra de arte de la cual se llevaba más de veinte años hablando de su restauración pero que por su valor no se había acometido.
fotografía tomada al manto en el año 1984 tras la procesión del miércoles
santo donde se observa su deplorable estado
  Hubo quien aconsejó a Carlos que tirara el manto, que no se metiera en un proyecto de tan gran envergadura para una cofradía tan pobre y escasa de medios, (más o menos por esas fechas es cuando la Soledad, perdió su antiguo manto de las conchas, lo mismo tuvieron el mismo consejero). Después de la Semana Santa de 1984 el conjunto es llevado a Málaga y Sevilla, Carlos es apoyado como siempre por su esposa además de por un joven e ilusionado Mayordomo, Manuel Fernández y su nuevo tesorero. El presupuesto son casi dos millones de pesetas de la época.
primer plano de la Virgen tal y como procesionó en 1985
La Virgen de los Remedios con manto liso, en la procesión de 1985,  se pueden apreciar los antiguos faldones  de color verde y el manto barnizado en color miel. la peana de procesión está pintada en verde y oro y ante la imagen 40 candeleros sostienen otros tantos cirios que formaban su
caractirística candelería por aquellos años.
En los años 1985 y 1986 la Virgen de los Remedios procesionó con un manto de terciopelo negro liso y en 1987 tuvo lugar un acontecimiento histórico para la Cofradía y para Cabra el manto que según la tradición habían bordado las Dominicas en 1808 volvió a Cabra, después se descubrió y demostró que el manto lo habían bordado las agustinas y la Virgen lo había estrenado el Jueves Santo del año 1800.
Aquella, Dama venida a menos, como se habla de la Virgen de los Remedios en algún medio de comunicación gráfico de finales de los sesenta volvía a lucir en todo su esplendor 187 años después.
En el taller del Convento de Santa Isabel de Sevilla se dan las últimas puntadas al
manto antes de ser traído a Cabra.

A la entrada del Cinestudio Municipal es expuesto el manto para que los egabrenses puedan  apreciar tan
extraordinaria obra de arte.
Los desvelos de Carlos solo por aquel proyecto ya le hubieran hecho figurar en los libros que se escriban sobre la Semana Santa de Cabra en todos los tiempos venideros, pero aquello solo fue el principio, de las recuperaciones.

Miércoles Santo de 1987, patio de la Escuela de Formación profesional, la Virgen luce con su manto
 recien restaurado, como nota interesante la cruz vuelve a llevar el antiguo sudario que
se había recuperado hacía poco.
Años después de esta restauración se pusieron en marcha otras restauraciones como la de la peana de procesión, escondida bajo multitud de capas de pintura acrílica o la recuperación de la antigua candelería del trono, una serie de candelabros estrenados en la primera mitad del siglo XX y que llevaban años abandonados en la cochera considerados como “chatarra” para vender, dichos juegos de candelabros fueron reparados y plateados, colocadas sus tulipas y lágrimas de cristal de bohemia y reestrenados de nuevo por la Virgen en la Semana Santa de 1992 junto con unos nuevos faldones de terciopelo negro. El cambio que hubo fue impresionante y la virgen adquirió aquel año una fisionomía parecida a la que tiene en la calle hoy en día en la calle.
El Niño de la Virgen en unos cultos vestido de monaguillo
En 1985 gracias al gran desvelo demostrado, es entregado el Niño de la Virgen que era custodiado por sus antiguas camareras, junto con el antiguo báculo de la Cofradía y una serie de mantos, estropeados y viejos pero verdaderas joyas porque representaban todo lo que la Virgen conservaba de su ajuar, se recuperaron elementos tan singulares como el rostrillo de plata o los zapatitos del niño Jesús, también en plata.
Tres piezas recuperadas durante el mandato de Carlos Martínez el rostrillo, los zapatitos del niño ambos desaparecidos durante muchos años y el resplandor de la Virgen, restaurado en aquellos años para que la Virgen pudiera volver a lucirlo.

En mayo de 1987, coincidiendo con el Año Santo Mariano y en la Iglesia de San Juan de Dios recibió culto por primera vez tras muchos años sin hacerlo el Niño Jesús en brazos de la Virgen de los Remedios, recobrándose una perdida estampa, la Virgen de los Remedios de gloria, para la ocasión la fue vestida con un manto de la Virgen de la Paz y las ropas del Niño Jesús fueron cedidas por la Madres Agustinas.
En lo sucesivo se mantuvo esta fiesta de mayo y se acrecentó con la celebración de la misma primero en las puertas de la iglesia de San Juan Bautista, el Santuario de la Virgen de los Remedios, y después ya en su interior cuando las condiciones del mismo lo permitieron.
Procesión de la Virgen en el mes de Mayo con el niño Jesús entre sus brazos.
La Virgen volvió a ser procesionada en mayo a partir del año 1991 haciéndolo tras la misa desde la iglesia del Cerro hasta la de San Juan de Dios donde provisionalmente se veneraba en el altar de la Virgen de Belén.
Las obras en San Juan de Dios hicieron que la procesión finalizara en la parroquia de la Asunción algunos años, en 1994 al ir a entrar todavía había misa en ella esto provocó que la procesión terminara en el Convento de las Madres Franciscanas, aprovechando para tomar esta singular fotografía
Durante décadas la antigüedad y raíces históricas de la Cofradía de los Remedios había estado oculta bajo el velo del olvido y aunque tras llegar la Virgen al Centro de Formación Profesional sus primeros gestores tenían necesidad de conocer más cosas de esta Cofradía, según se desprende de las actas de aquellos años, nadie dio pistas, los papeles habían desaparecido o no había papeles... aunque el paso del tiempo demostró que si que los había y muchos.
Portada de las Reglas de la Archicofradía de la Vera Cruz, que escritas en 1522 comienzan  con  el saludo a la Virgen "Ave María Santísima de los Remedios"
En la noche del Miércoles Santo de 1991 Don José Mª García Benavides, Secretario de la Confraternidad de Hermandades de la Vera Cruz de España,  hizo entrega a la Cofradía de una fotocopia de las Reglas de la misma de las que se conservan en el Archivo Provincial y que casualmente había encontrado. Por estas reglas y otros documentos que nos cedió se demostraba que esta Cofradía era la Antigua Archicofradía de la Vera Cruz de Cabra, que nunca se había extinguido y que es una de las Cofradías de esta advocación más antiguas de España.
A partir de ese momento se entabló una relación muy especial con la Confraternidad siendo la Cofradía invitada de honor a los actos celebrados en 1992 con motivo del Primer Congreso Mundial de Hermandades de la Vera Cruz, teniendo el privilegio Carlos Martínez de ser uno de los portadores del palio bajo el cual el Santo Lignum Crucis de Santo Toribio de Liebana, fue trasladado desde la Capilla de la Vera Cruz de Sevilla hasta la Iglesia Catedral para la Solemne Función que clausuró dicho congreso.
La Virgen de los Remedios portada por hermanos costaleros, probablemente Miércoles Santo de 1992  año en que reestrenaron los candelabros de tulipas

En 1991 la Virgen volvió a salir a hombros con hermanos costaleros desde la Iglesia de San Juan de Dios, hay que recordar que mientras que salía a ruedas lo hacía desde el propio Instituto.
         También en 1992 le fue concedida a Nuestra Cofradía el Premio Pasión y Cofradías, premio cuyo valor en metálico sirvió para que se procediera a restaurar la Cruz de los Sacramentos, que salió a la Calle en la Semana Santa de 1993, tras cuarenta o cincuenta años sin hacerlo.
La Cruz de los Sacramentos sale por primera vez tras muchos años en 1993, su forma de procesionar fue la antigua egabrense, sobre una pequeña parigüela con peana barroca.
En los primeros días de 1994 se celebró una exposición por la Agrupación de Cofradías en el patio de cristales del Instituto Aguilar y Eslava para conmemorar el cincuentenario de la Asociación-Agrupación de Cofradías de Cabra, en esa Exposición nuestra cofradía tuvo acceso a la venerada imagen del Santísimo Cristo de la Sangre un acceso que si bien nunca se había negado el devenir de los tiempos había aislado y separado llegándose incluso a crear una efímera cofradía en 1969 en torno a esta imagen. La recuperación del Cristo de la Sangre fue especial en tanto que se reunía de nuevo el núcleo de las imágenes a las que daba veneración la Antigua Archicofradía de la Vera Cruz y María Santísima de los Remedios de Cabra, la Cruz, la Virgen y el Cristo de la Sangre.
Imagen del Cristo de la Sangre en la exposición que con motivo del cincuentenario de la Agrupación de Cofradías se realizó en los primeros días de 1994 en el Instituto Aguilar y Eslava.
Curiosa foto donde podemos apreciar al Santísimo Cristo de la Sangre, la Cruz de los Sacramentos y al fondo la Virgen vestida de hebrea en la parroquia de la Asunción y Angeles, lugar donde se veneraron las imagenes desde que comenzaron las obras en San Juan de Dios hasta
el regreso definitivo al Cerro en 1995
La imagen del Santísimo Cristo de la Sangre en un primer plano  en la época en que fue recuperada por la Archicofradía,  se trata de la imagen más antigua de la Semana Santa de Cabra, curiosamente en el siglo XX apenas si fue procesionado
La Virgen de los Remedios siempre había salido el Jueves Santo hasta que en 1963 llegó al Centro de Formación Profesional producto de un gran declive de la Semana Santa, en ese año se ordenó por parte del presidente de la Asociación General de Cofradías el Sacerdote y Párroco de Santo Domingo D. Miguel Sánchez que la Virgen de la Esperanza saldría el Jueves Santo, por venir mejor a su gremio que eran los Agentes Comerciales, y los Remedios pasaría al Miércoles Santo, que ya no había colegio; este cambio hecho en un momento muy bajo para la Semana Santa se quiso instituir a perpetuidad años después por los gestores de la Agrupación de Cofradías ya que entre 1994 y 1995 la Cofradía de la Virgen de los Remedios tuvo que llevar el asunto para cambiar al Jueves Santo a cinco cabildos de la agrupación donde reiterativamente se le impedía que ejerciera un derecho que por historia, Reglas y Estatutos en vigor le correspondía plenamente.
Esto fue uno de los temas que más desgastó a Don Carlos, puesto que no llegó a entender nunca la injusticia de aquellos gestores que se negaban a negociar la viabilidad del cambio de día y propiciaban que una y otra vez la votación del cabildo fuera en contra, máxime cuando a otras cofradías, sin otra razón que el propio capricho personal de sus dirigentes se les concedía.
La Virgen salió por fin el Jueves Santo de 1995 en primer lugar como correspondía por su reciente llegada, negando de forma tajante la posibilidad de que recuperara su sitio. Pero quiso Dios que al año siguiente por conveniencia y acuerdo de las propias cofradías se restableciera al lugar en orden que hasta 1963 había tenido.
Fotografía que sirvió de base al cartel que con motivo de la primera salida en Jueves de la Cena tras  su injusto traslado a otro día de la Semana Santa treinta años antes editó la Archicofradía
Parece un buen fin para la gestión de un Hermano Mayor, pero todavía hay algo más: gracias a la iniciativa de las Hermanas Franciscanas, casa de la cual salimos en 1995, y al apoyo incondicional de Carlos Martínez como Hermano Mayor se comenzó a rezar en mayo de ese año el Santo Rosario y mes de María en la iglesia de San Juan Bautista del Cerro, cerrada por más de veinte años y con las obras paralizadas por aquel momento... y la Virgen como no podía ser de otra forma volvió a ser colocada en aquel trono que Francisco Javier Pedrajas tallara para ella en 1767 bajo la cúpula del camarín que sus hermanos costearon para ella entre 1740 y 1750 en aquel Santuario que su cofradía le labró a partir de 1711, velando como siempre por su barrio, el más humilde de Cabra, el más típico y castizo, El Cerro, velando por sus hermanos.
En junio de 1995 hubo elecciones a Hermano Mayor a las cuales él ya no se presentó, dando paso a nuevas generaciones de hermanos que habían trabajado con él en los últimos años.
Ahí terminó la gestión al frente de nuestra Archicofradía Don Carlos Martínez botella, una persona que, al contrario de otros hermanos mayores del siglo XX que le habían precedido, trabajó todo lo que estuvo en su mano y mucho más para ensalzar a su Cofradía.
La penosa enfermedad de su esposa, que quería a la Cofradía tanto o más que él mismo y otras causas humanamente entendibles hicieron que sin desligarse del inmenso cariño que sentía hacia la Virgen de los Remedios si lo hiciera de su Cofradía pasados los años.

                                                            José Joaquín Marín Henares

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