Un año más Nuestra Madre Celestial, la María Santísima de los Remedios se nos presenta para este mes de julio vestida con hábito cual Madre Carmelitana que ofrece su escapulario a los devotos como seña de devoción y prenda que nos conduce directamente al camino de la salvación.
La tradición carmelita cuenta cómo la Virgen se apareció a San Simón Stock y le ofreció el santo escapulario diciéndole que todo aquel que lo llevase siempre y muriese con el puesto alcanzaría directamente la gloria celestial.
En nuestra ciudad, donde esta devoción tan sumamente extendida no está muy presente al no haber habido nunca ni frailes carmelitas ni ninguna cofradía bajo este santo nombre que fomentara esta advocación, es la Virgen de los Remedios la que nos ofrece su Santo Escapulario mostrando el camino seguro en un mundo lleno de espejismos que nos confunden y muchas veces, mas de las que debiera ser, nos desvían de la verdadera fe en Cristo Nuestro Señor y de las buenas obras que tenemos obligación de hacer si pretendemos ser verdaderos discípulos suyos.
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