En torno a la festividad de la Invención de la Santa Cruz, más conocida como Cruz de Mayo giran las fiestas mayores que esta Archicofradía dedica cada año a su sagrada y amantísima titular Santa María de los Remedios.
Una fiestas que hunden sus raíces en la propia historia de esta Archicofradía que en sus Reglas Fundacionales ya advertía que se celebrarían fiestas solemnes tanto en la festividad de la Invención de la Santa Cruz como en la festividad de la Exaltación de la Cruz, en septiembre. Ambas se deberían de realizar con toda la pompa que se pudiera y lo más curioso, en ambos casos se deberían de realizar en la Parroquia Mayor y no en otra parte.
Este año 2013 ha sido muy especial para nuestra Archicofradía porque de nuevo hemos formado parte de la organización, junto con la Asociación de vecinos del Barrio del Cerro y del Ayuntamiento de Cabra, de la parte lúdica de las fiestas, unas fiestas que sin duda son las fiestas de barrio más antiguas de Cabra. En esa parte hay que agradecer la colaboración que han prestado aquellas personas a las que nos hemos dirigido para los espectáculos de cante Flamenco, la academia de baile flamenco y su muestra, el concurso de postres, la salmorejada y un rosario de actividades que sirvieron para confraternizar entre vecinos del barrio y visitantes, entre hermandad y vecindario.
La procesión de la Virgen al igual que el pasado año estaba previsto se realizó la tarde del sábado de las fiestas después de la celebración de la Misa en honor a la Santa Cruz y la Virgen de los Remedios.
Función religiosa que presidida por el párroco de la Asunción y Ángeles D. Zacarías Romero Arroyo fue armonizada por el Coro Romero Virgen de la Sierra y dio comienzo a las seis de la tarde con una iglesia abarrotada de fieles devotos.
El Coro Romero interpretó una bellísima misa que contó con varias de las composiciones que para la Virgen hicieron hace años cuando su director artístico era a su vez nuestro Hermano Mayor, D. Juan Domingo López Olivencia.
Terminada la Misa los costaleros ocuparon sus sitios bajo los varales del trono de gloria de la Virgen y comenzó la Virgen comenzó su procesión por las calles de su barrio, el Cerro.
Durante el recorrido fueron innumerables las vecinas que lanzaron pétalos de rosas a la Santísima Virgen que para la ocasión iba preciosamente vestida y adornada.
Lucía el manto blanco brocado en hilos de sedas de colores y plata formando randas, manto que reestrenó el año pasado para la exaltación y besamanos y que este año hemos podido ver en la calle, un trabajo que se lo deberemos de agradecer siempre a Doña Carmen Parejo, muy vinculada a la Virgen por medio de nuestro Mayordomo que es su hijo, y que en los últimos años ha realizado una labor de muy gran valor como es la recuperación de los mantos más antiguos de la Virgen que se encontraban muy deteriorados con gran riesgo de perderse para siempre, a ello hay que unir la confección de otros nuevos como el negro que lució en los cultos de este año.
Con la caida de la tarde la procesión fue recorriendo las calles habituales y gran numero de personas se fueron sumando a la misma, llegando algún momento en que se podría hablar de que había una verdadera bulla delante del paso de la Virgen como ocurrió en la entrada de la procesión en la calle de la fuente o en la plaza de Santa María la Mayor.
La procesión fue presidida por nuestro Hermano Mayor, acompañado por la vocal de cultos y por parte del Ayuntamiento de Cabra por el Concejal D. José Luis Osuna Castro, además portaba báculo presidencial nuestro pregonero de este año, encargado de realizar la XVIII exaltación a Mª Stma. de los Remedios, nuestro hermano D. Antonio Ramón Jiménez Montes.
Igualmente ocupaban un lugar de honor la reina y damas de las fiestas del Cerro de este año.
La parte musical estuvo a cargo del mismo grupo de capilla que nos acompañó en la procesión del Jueves Santo, si bien hay que reconocer que al contrario de lo ocurrido en aquella procesión en que el tipo de música que puede ofrecer una capilla de música resultó algo realmente acertado, en esta ocasión la música de capilla no es apropiada para la procesión de mayo aun interpretando piezas musicales más alegres como fue el caso.
Al paso de la procesión por la Calle Gonzalo de Silva la Virgen fue corporativamente por la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración, hecho muy de agradecer, máxime cuando esta cofradía tiene el detalle año tras año de salir a recibir a la Virgen cuando ésta pasa por su Casa de Hermandad.
A la llegada de la procesión a la plaza de Santa María la Mayor, plaza mayor del Cerro se quemó una bonita colección de fuegos artificiales que pusieron broche final a procesión que poco después terminaba con la entrada de la Virgen en su Santuario podo después de las diez de la noche.
Las visitas de los egabrenses se sucedieron a lo largo del tiempo, hasta pasadas las doce de la noche en que fue cerrada la iglesia.
Durante los días de las fiestas las puertas de la Iglesia de San Juan estuvieron abiertas para que la Virgen pudiera recibir la visita de todos aquellos que quisieran dedicar unos minutos a rezar a la que es Madre de Dios y Protectora nuestra.
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